Desde los tiempos de Otlet hasta ahora el mundo de los documentalistas, bibliotecarios y archiveros ha evolucionado y sigue en constante evolución.
Actualmente, cualquier documentalista debe estar al día con las herramientas 2.0, que hoy por hoy es imprescindible para manejar información, ya que estas herramientas permiten que cualquier usuario pueda documentar o manejar información de una forma rápida, sencilla y con unos conocimientos básicos, y como claro ejemplo tenemos las redes sociales.
Estas redes nos aportan constante información, alguno que se podría considerar como importante y otra como prescindible.
Desde mi punto de vista, el futuro de un documentalista se basará en la digitalización, el libro será un instrumento utilizado pero algo obsoleto. Nuestro futuro en este ámbito es incierto, ya que actualmente dependemos de las nuevas tecnologías y como se sabe ese mundo cambia de la noche a la mañana. Por lo tanto, ¿quién sabe a ciencia cierta lo que será nuestro futuro? Creo que nadie lo puede conocer. Cualquier persona puede dislumbrar algo sobre la respuesta, pero la correcta es muy difícil saberla.
Creo que nuestro trabajo ha evolucionado y se ha hecho más sencillo, rápido y dinámico. El hombre siempre generará información y querrá tenerla documentada, y para eso estaremos mis compañeros y yo, para poder documentar y archivar, para poder prestar nuestro servicio a cualquier usuario.
Aunque pinte bien la idea de que simpre habrá información, a la hora de enfrentarnos al mundo laboral tenemos dos opciones que son la privada y la pública. Y como están las cosas hoy día con el mercado laboral ninguna de las dos opciones es muy viable, pero en mi caso tengo la esperanza de que al finalizar mis estudios, el mercado haya cambiado, al igual que lo harán los sistemas de la documentación.
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